Furiosa me jura que jamás me lastimaría. No quiero volver al circo, no quiero dormir en su cama, la mujer barbuda clava sus ojos en mi garganta y la saliva queda atragantada en mi alma.
Aprieta mi mano para no dejarme escapar y promete que voy a volver a amarla como merece ser amada.
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